Estos días ha quedado en suspenso (no se ha paralizado totalmente) la tramitación por parte del gobierno de España de una Ley de Parques Nacionales en que, según diversas organizaciones “la prohibición de actividades como la caza, la pesca o las actividades de explotación forestal masiva queda supeditada a la voluntariedad de los propietarios o a la indemnización”. Pincha aquí para ver la noticia.
Por ello creemos que es de actualidad volver a recordar el artículo que publicamos en este blog bajo el título “Parques Naturales y Turismo: Amenaza u oportunidad”, así como dos artículos más que vinculan parques naturales y creación de empleo, en Estados Unidos y en Francia.
En estos artículos se explica que la mayor parte de los espacios naturales protegidos europeos, especialmente parques nacionales y parques naturales, tienen asumida la función de destino turístico. Algunos de estos espacios protegidos disponen de webs que son una invitación a descubrir el territorio de manera sostenible, a través de actividades como la observación de fauna, el senderismo y el cicloturismo, y degustar los productos agroalimentarios locales.
En otro artículo publicado recientemente en El Confidencial, Manuel San Felix, biólogo marino y director de fotografía y vídeo en National Geographic, comentaba que “hoy ya está demostrado por muchos modelos económicos que el turismo de naturaleza, como el turismo submarino, es un turismo sostenible y muy rentable para las poblaciones locales, y por eso están proliferando las reservas marinas protegidas en muchos países del mundo» y ponía como ejemplo las Islas Medas, en l’Estartit.
Nuestra posición es por tanto similar a la que promueven organizaciones internacionales como la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) en que el desarrollo local se considera como una de las funciones propias de los parques naturales, compatibles con la de conservación de los recursos naturales, culturales y paisajísticos que motivaron su calificación de espacio protegido.
En esta línea es también muy ilustrativa la manera en que Philippe Robert de la Agencia de Áreas Marinas Protegidas de Francia define a las reservas marinas:
Una reserva marina es
– Una catedral, ya que la gente la respeta y reconoce
– Un banco, ya que favorece la reserva de peces y la conservación de la biodiversidad para las generaciones futuras
– Un laboratorio, ya que favorece la investigación científica, las publicaciones y tesis doctorales, y además sirven para probar medidas dirigidas al uso que hacen de ellas diferentes colectivos (pescadores, visitantes, submarinistas,…).
– Una escuela, en tanto que difunden mensajes y promueven programas de educación ambiental dirigidos a distintos colectivos.
Y es que, tal como se ha constatado a través de muchos ejemplos, la riqueza económica que pueden generar los espacios naturales protegidos es muy importante y depende, en buena medida, de las condiciones en que se encuentre el medio natural y su patrimonio.
Artículo: DCB Turismo y Desarrollo Local @DCBTurisme