Varios medios de comunicación se han hecho eco de los logros científicos en la protección de la vida marina en las Islas Medas. Se insiste en el valor científico de los seguimientos a largo plazo para conocer la evolución del estado ecológico de los ecosistemas marinos y evaluar el efecto de las perturbaciones sobre los sistemas naturales.
La protección de las aguas que rodean el archipiélago ha hecho posible la recuperación de muchas especies de peces. Un equipo de investigación de la Universidad de Barcelona (UB) y del Centro de Estudios avanzados de Blanes (CEAB -CSIC) ha analizado el impacto de las medidas de protección en las poblaciones de algunas especies del Mediterráneo. Los resultados se han publicado en la prestigiosa revista Plos One.
El estudio se centra en 6 especies de peces litorales:
- El mero (Epinephelus marginatus)
- El dentón (Dentex dentex)
- La lubina (Dicentrarchus labrax)
- El sardo imperial (Diplodus cervinus)
- El corvina (Sciaena umbra)
- La dorada (Sparus aurata)
El profesor Bernat Hereu comenta en La Vanguardia que «se trata de peces que son buenos indicadores del efecto reserva porque son especies vulnerables a la pesca profesional y deportiva, tienen una vida larga y un hábitat compartido y debido a la protección son más abundantes dentro que fuera del área protegida”.
Como se comenta en el Diario de Girona «El estudio compara la abundancia y el tamaño de varias especies vulnerables a la pesca en la reserva marina, en la reserva parcial y en la zona no protegida».
Hace más de treinta años que el Departamento de Ecología de la UB inició estos estudios en el archipiélago de las Medes, una reserva única en el ámbito de los ecosistemas marinos del Mediterráneo por la riqueza paisajística y la biodiversidad. En concreto, los trabajos científicos de los expertos Joan Domènec Ros (UB) i Josep M. Gili (CSIC) fueron el referente para las primeras normas de protección en 1983, la creación del Área Protegida de las Islas Medes años más tarde y la declaración como Parque Natural en 2010.
Con esta noticia, que ha tenido eco en muchos medios escritos y audiovisuales, se hace patente que la investigación y el uso recreativo de los espacios naturales son buenos aliados. Hacen compatible la conservación y al mismo tiempo, el posicionamiento turístico del entorno como destinos de calidad y singulares.
Podéis encontrar el estudio aquí.
Artículo: DCB Turisme i Desenvolupament Local @DCBTurisme